14 de marzo de 2019
Introducción
Hace par de días tuvimos la experiencia de sentir un movimiento telúrico pequeño y rápido. Aún así, hubo muchas personas que se escandalizaron, se pusieron nerviosas y explotaron las redes sociales. Aunque hay que admitir, que esa histeria no se compara a la de ayer cuando Facebook, Instagram y Whatsapp se escocotaron. Cosas que pasan en este mundo milenial.
Pues a eso queremos darle más importancia, eso tenemos.
El temblor precoz
Volviendo al tema del temblor, según los informes oficiales, fue de una magnitud de 4.8 grados en la escala Richter, con epicentro al sur de Puerto Rico, a una profundidad de 25 kilómetros. Bastante superficial y corto. Como siempre, hubo quien lo sintió, quien lo sintió de más y quién no lo sintió.
Para los que han seguido estos escritos desde después del huracán María, saben lo que ha sido mi forma de pensar. Fue con el huracán y nos fuimos a la prehistoria por casi un año, así que nos podemos imaginar lo que pasaría con un terremoto categoría 8. Nos desaparece del mapa. Y entonces, con las complicaciones que tenemos con relación a la credibilidad en el manejo de las ayudas, pues se nos va a hacer más difícil.
Pues eso quisimos, eso es lo que podemos tener.
Ese temblor fue un aviso. El problema es que como las generaciones que vivimos en este país no hemos tenido la experiencia de pasar por un terremoto, pues hay que estar casi seguro de que no vamos a tener la más mínima idea de como responder.
Ahí no vale la expresión “estamos preparados”, porque no lo estamos. Muchas de nuestras construcciones e infraestructura se van a ir a pique y se van a destruir. Y para eso no estamos preparados. Escuché que muchas de las escuelas, donde muchos niños van a estar, no están construidas para soportar terremotos. Peor aún, cuando cerraron las escuelas, que fue un proceso irregular e irresponsable y sin ninguna metodología, no tomaron en consideración ese detalle. O sea, cerraron escuelas con estructuras más sólidas y dejaron abiertas escuelas que no soportan nada. Y la princesa no sabia nada.
Pero eso querían, eso tienen.
Por último, el temblor fue de varios segundos y la gente se embarró. Lo primero que me vino a la mente sin los terremotos de Chile, Méjico y la zona del Pacífico, que casi todos los años tienen contacto con esos fenómenos. Esos son terremotos de minutos y réplicas de gran magnitud. Vi vídeos de muchos de ellos, en especial de uno en Chile en el 2010 de 8.8 grados que duró casi 3 minutos.
Mano, tres minutos que se este moviendo el piso de manera no muy amigable esta cañón. Eso si que da miedo. Y la destrucción de edificios, calles y puentes fue significativa.
Y si algo así nos ocurre, todavía tenemos los fantasmas de los”Whitefish” de la vida, los vagones perdidos de la vida, las botellas de agua almacenadas y no repartidas de la vida y todos esos malos manejos y malas decisiones tomadas durante el huracán. Vamos a recibir ayuda? Seguro, pero bien des-pa-ci-to. Espero que no pase nada.
Porque eso tuvimos, pues eso podemos tener.
Si te gusta este escrito, compártelo con tus amigos en todas las plataformas habidas y por haber. Puedes decirle a tus contactos que existe la página www.esoqueriasesotienes.com para que lean y opinen sobre las cosas que pasan en este país. Si estas en Facebook, la página se llama ESO QUERÍAS, ESO TIENES, y accedes por el botón “USAR APP”. Te puedes suscribir y dar comentarios sobre los temas discutidos.