Episodio CCCXXXIII (333) – “Como las moscas”

27 de mayo de 2020

Introducción

Se hizo la apertura de la economía en Puerto Rico.  ¡Yupiiiiiiiiiiiii!  ¡Gracias, Wanda!  ¡Eres la mejor!  No hay gobernadora tan organizada y que haya tenido un plan para ninguna situación, en ningún otro momento de la historia de esta isla.  ¡Gracias Dios!  ¡Vamos por buen camino!  ¡Wanda 2020! Zinato, por favor, bájale 500.

Eso querían, eso tienen.

Donde hay muchas moscas …

Una de las cosas que he aprendido en los pasados dos años y un poquito más, es que generalizar es malo.  Cuando un grupo de personas hacen cosas que no son agradables o no son éticas o son tipo Ricky, no quiere decir que el grupo, o la institución, o la clase social sea igual que la escoria que hizo lo que hizo.

Otra cosa que he aprendido es que el fanatismo es fatal para poder adelantar los planes de trabajo para hacer un mejor país.  Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, la definición de fanatismo es la siguiente:

“Apasionamiento y tenacidad desmedida en la defensa de creencias u opiniones, especialmente religiosas o políticas.”

Y vamos por partes, como diría ese gran personaje de la historia, Jack El Destripador.  “Apasionamiento y tenacidad”.  Siempre es bueno en ser apasionado en la búsqueda de algo o de alguien.  Especialmente cuando se busca algo que es para el beneficio propio o colectivo, según sea el caso.  “Desmedida en la defensa de creencias u opiniones” y en ese término es que tengo un problema existencial, porque cuando eres desmedido, no ves los puntos de vista de otra gente.  no hay forma de convencerte, aunque estés mal.

En ese punto, dejas de razonar y te conviertes en un animal, porque sólo te dejas llevar por tus instintos.  Se te pueden llevar pruebas inequívocas de que estas mal, o de que se pueden hacer las cosas de otra manera, y no lo vas a aceptar.  En ese punto, te conviertes en una persona bruta.  El fanatismo te lleva a la brutalidad.  Hay una línea bien finita entre una cosa y la otra.  Pero cuando llegas ahí, ya no hay vuelta atrás.

“Especialmente religiosas o políticas”.  Bueno, aunque también puede ser que seas fanático a las teorías de conspiración y que pienses que Bill Gates esta tratando de controlar al mundo, tipo Thanos, para desaparecer a la mitad de la población para que tengamos una mejor distribución de los recursos limitados y para tenernos controlados con “chips” insertados en las vacunas del Coronavirus.

No hay nada más que apasione a una persona que la política o la religión.  La creencia en Dios o las otras entidades divinas que puedan tener otras religiones, han llevado hasta la declaración de guerra y el exterminio de mucha gente.  Las supuestas brujas que quemaban, como las Juana de Arco de la vida.  Las Cruzadas, los Jim Jones de la vida, los Koresh de la vida.  Esos son ejemplos de personas que, por fanáticas, causaron la muerte de mucha gente que creyó en ellos.

En la política, pues que podemos decir.  Los fanáticos han elegido a todos los gobernantes que hemos tenido en los pasados setenta años.  Primero, el fanatismo por Muñoz, después el fanatismo por votar popular o PNP, no importa la oferta intelectual o moral que nos presenten.  Obviamente, la elección de candidatos de estos dos partidos nos ha llevado a un maldito déficit de $73 billones, que no hay ahora quien lo pague.  Bueno, lo vamos a pagar nosotros, porque nos van a exprimir hasta mas no poder.

Eso querían, eso tienen.

Lo peor de todo es que el fanatismo hace que haya gente que, beneficiados por los contactos que puedan tener dentro de la estructura y la lealtad que haya de parte y parte, no vean lo que ve el resto de la humanidad y se vayan de culo detrás de uno u otro candidato.  Por desgracia, conozco mucha gente que viven en ese mundo.  Se le puede decir y se le pueden dar pruebas de que las cosas se están haciendo mal, y ellos dicen que no.  Para ellos, todo está bien.  Aunque hay que entenderlos, están protegiendo sus habichuelas y sus lujos.

¡Coño!  Todo está bien, pero todavía hay toldos azules desde María.  Todo está bien, pero no hicieron nada contra los que, a conveniencia, manejaron los vagones de ayuda a conveniencia política.  Todo está bien, pero no encausaron a nadie, ni siquiera por causas menos graves, por los delitos y conspiraciones del chat de los “Brothers”.  Se me olvidaba, las conspiraciones en esta administración son hechas por una sola persona.

En lo que le corresponde a la gobe, ella sacó a gente de sus posiciones por el simple hecho de que no la apoyaban para su primaria.  No le sometió ni un caso a la administración de Baby Mesías mientras era secretaria de justicia.  Es más, decía que no le dijeran las cosas para que ella no tuviera que investigar.  Lo de los almacenes de Ponce, eso quedó en nada.  Wanda tapó toda la investigación, que se supone que fuera publica en cuarenta y ocho horas.  Esas han sido las cuarenta y ocho horas más largas de la historia.

Lo del intento de robo de los $38 millones, que nadie autorizó, nadie sabia nada, y nadie tenia la autoridad de nada, se sabe que las instrucciones bajaron de Fortaleza.  La liberalización de los procesos de compra fue aprobada por Sor Wanda el día antes de la supuesta compra.  La pregunta es, ¿por qué liberalizar algo?  La contestación es sencilla, sabias lo que se iba a hacer y había que dejar el camino libre.  Algo así como comprar un carro de $140,000 el día antes de que se declarara el toque de queda y el “lockdown”.  Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia.

Para resumir, el fanatismo hace que la democracia falle con el propósito de llevar a las mejores personas a tomar posiciones de liderazgo para que hagan un lugar mejor para vivir.  Por el contrario, lo que hemos elegido es una pila de mierda, cuatrienio por cuatrienio, por cuatrienio, y eso no va a terminar hasta que seamos lo suficientemente inteligentes para salir de este ciclo.  Pero por ahora, nuestro sistema político lo determinan un grupo de moscas que se alimentan de cualquier mierda.

Eso queremos, eso vamos a tener.

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