4 de septiembre de 2020
Este escrito es de frustración, porque cuando uno ve y entiende porque pasan las cosas que pasan en este país, pues no queda de otra que concluir que, si las cosas siguen como van, estamos bien jodidos. Es más, hay que decirlo con énfasis; ESTAMOS BIEN JO-DI-DOS…
Eso querían, eso tienen.
El capitolio esta lleno de empleados y compañías fantasmas. Todo el mundo sabe eso, pero nadie hace nada para combatirlo. El capitolio es una podredumbre de nepotismo, todo el mundo sabe eso, pero nadie hace nada para combatirlo. Los que dirigen el capitolio dicen que son unos “honorables” y honorable es mi %$^(( y no tengo que estar anunciándolo. Los legisladores son una pelota de corrupción, que utilizan su posición para beneficio personal. Todo el mundo sabe eso, pero nadie hace nada para combatirlo. Suerte que hubo una pequeña limpieza en las primarias y segundarias, pero no todos los que había que sacar, se sacaron. Pero algo es algo.
Unas palabras sobre nepotismo. El hermano Johnny, ese santo varón de Dios que dice que no le roba nada a nadie, acomodó a la esposa a trabajar en el senado por unos miseros $7,500 mensuales. ¿Saben que eso es más de lo que gana la gobernadora? ¿Haciendo qué? ¿Asesora de asuntos inútiles? Hermano Johnny, ¿cuál es la función de su esposa, que es tan lucrativa? Hermano Johnny, si su esposa trabajara en la empresa privada, ¿tendría esa compensación? Nada, me pregunto hermano Johnny. La hipocresía de nuestros lideres es una cosa seria. Y aquí se pican por un anuncio. Por eso estamos como estamos.
Eso querían, eso tienen.
Este rayo me va a caer bien cerca (de nuevo), pero no me importa. Esta semana salió a relucir una auditoria de la contralora donde dice que el senado hizo contrataciones y que los contratos no estaban completos. Se les olvidó indicar el nombre de los contratantes. ¡Que conveniente! Primer punto controvertible, las auditorias del contralor son accesorios y no tienen ninguna consecuencia. Esas auditorias las hacen posteriormente, pero no por un ano, ni dos. Hay veces que las auditorias se van cuatro o cinco anos atrás, cuando en ocasiones, las administraciones de las agencias publicas han cambiado varias veces.
Según leí, el periodo es de los anos fiscales del 2014. Entonces, si son de esos años, ¿no se supone que los auditores externos se hayan dado cuenta de que eso estaba ocurriendo? ¿No se supone que, si lo hubieran descubierto, le hubiesen dicho a los que están a cargo de eso, que corrigieran esos asuntos? Quizás, es que estaban protegiendo el contrato de auditoria y se mantuvieron callados, porque se enteraron de que esos contratos estaban beneficiando a gente muy cercana a sus contratantes, y si eso se afectaba, pues su trabajo y sus contratos se afectaban. Nada, pensando yo acá.
El principio de independencia de los auditores, en estos casos, se va al carajo. Prefieren mirar para el lado antes de afectar al cliente, aunque el cliente este mal. Por eso estamos como estamos. Los abogados y los CPA son los causantes de que las cosas en este país estén como estén como estén.
Pero eso querían, eso tienen.
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