23 de febrero de 2022
Introducción
Baia, baia. Así que estamos a punto de presenciar otra guerra. Malas noticias, porque ya teníamos suficiente con la pandemia para que nuestra economía se jodiera para que entonces tengamos un conflicto por allá por el carajo, pero que como quiera nos va a afectar. ¿Alguien me puede explicar porque siempre usan de excusa lo que pasa en otros lugares para afectar nuestros bolsillos?
El ejemplo más claro es el de la gasolina. Viene un conflicto, o un huracán en las áreas petroleras y no pasan tres días cuando ya nos suben el precio de la gasolina y la electricidad. Pero para bajar es un suero de brea o una caminata de un cojo con distrofia, porque en realidad se tardan un montón para bajar los precios, si es que bajan. La excusa es que hay que agotar el inventario. Pero para subir, eso no aplica.
Eso querían, eso tienen.
¿Justicia e igualdad social?
Obviamente, esos dos términos son muy mercadeables en una sociedad del primer mundo. Pero como no lo somos, pues lo que nos venden es una falacia y una utopía. La pasada semana bajo la sentencia del enfermito exalcalde de Guaynabo y esa sentencia fue una mierda. Va a pasar su tiempo en probatoria. ¿En serio? Aunque no es el único, en esta isla de Puerto Rico, los que se roban el país con la corrupción, esos llamados criminales de cuello blanco siempre tienen unas sentencias que no van acorde a los actos que cometieron. Pero como tienen abogados que son amigos de los fiscales y a su vez son amigos de los jueces, porque ellos mismos se “backean” los unos a los otros, pues ahí hay una explicación.
Además, muchos (por no decir todos) llegan a su posición al ser recomendados por los mismos políticos que están juzgando. Así que no es de extrañar que tomen en consideración ese pequeño detalle.
Pero si Juan de los Parlotes se roba un racimo de plátanos para alimentar a su familia, a ese si le aplican todo el peso de la ley. No hay probatoria que valga y le ponen una fianza de más de $200,000. Porque ese es peligroso y es una amenaza para la sociedad. Y eso es real. Y reto a cualquier abogado que lea esto a que me convenza de que en este país la justicia se compra. Y quien no pueda pagarla esta jodido. El reto esta abierto. Sean invitados sus argumentos.
Eso querían, eso tienen.
Todos somos iguales ante los ojos de Dios. Eso es lo que nos venden los gobiernos y las religiones para mantener a los seguidores con fe de que eso es así. Ya yo estoy bastante viejo para saber que eso no es así. No somos iguales. Hay una canción de Miguel Bose que lo resume espectacularmente. Dice algo así; “y ahora que se cae el muro, ya no somos tan iguales. Tanto tienes, tanto vales”. Tanto tienes, tanto vales, esa frase es el puntillazo. Tienes mucho, ante la sociedad, vales más. Puedes ser un maldito corrupto hijo de puta, pero si tienes recursos, si te haces pasar por filántropo, entonces eres alguien. Hay muchos allá afuera, con muchas influencias, pero son una basura como persona. Y le ponen los nombres de sus compañías a edificios que fueron construidos por el gobierno, y que por “obra y gracia” se los cedieron para promoción.
Pero dejando afuera a esa basura con dinero, los políticos cuando llegan a posiciones de poder, se les olvida ser ciudadanos funcionales y pasan a ser inútiles. Llegan a ser alcaldes, legisladores y gobernadores y se les olvida conducir. ¡Carajo! Estuvieron toda una vida guiando un carrito y cuando llegan al frio mármol, entonces les da amnesia y se les olvida y tienen que contratar a un chofer. ¡Wow! Pero eso no es todo.
Al llegar al poder, también llegan los cargos de conciencia y los miedos. Aunque en otros casos es la poca vergüenza de robar por donde puedan. ¿Para qué carajos necesitan escoltas? La gente de este país es lo suficientemente pendeja para hacerle algo a estos engendros llamados políticos. La semana pasada salió la lista de la gente que tiene escolta en el gobierno y en verdad que es un descaro. Hasta gente que se supone que no cobra, tiene escolta. Obviamente, ahí cobra la escolta y la persona a quien “protegen”. Porque así, pensando mal, muchos de esos contratitos de escolta deben tener algo de retribución por agradecimiento a la posición que están ejerciendo y por sacarlos del peligroso mundo de las calles. No sé, pero como son las cosas, nada me sorprendería.
Para terminar, la inflación nos esta llevando al abismo. Aumentaron el salario mínimo, pero es para pagar el aumento de agua, el aumento de la luz, el aumento en la comida, el aumento en la gasolina, entre otros muchos aumentos. Para los que estamos en el mismo salario hace mucho tiempo, pues nuestro poder adquisitivo se ha reducido en el último año, en al menos un 30%.
Los comerciantes están haciendo su agosto con la excusa de que le subieron los precios. Alguien en la p**a línea de distribución se está aprovechando de lo que está pasando, por no decir TODOS. Un ejemplo es la comida y otro, la venta de vehículos que se están moviendo a vender carros usados a precios de nuevos. Algo interesante porque el pasado año los dealers de carro se quejaron de que no había inventario, pero al final vendieron más carros que el año anterior. En matemática básica, si vendes más, tuviste más inventario. O sea, que se puede concluir que manipularon sus números para crear una “necesidad” o un ambiente apocalíptico artificial.
Y si se dijera que estamos pagando para que las cosas mejoren, pues ok. Pero no, las cosas en este país no mejoran. Cada vez hay menos servicios y cada día que pasa, menos se puede contar con el gobierno. Pero todo esta bien. Pierluisi continúa dando aumentos, sin tener de donde sacarlos, porque en cuanto se terminen los fondos federales, que por casualidad se acaban un mes antes de las elecciones del 2024, ahí se van a poner los huevos a peso. Sin dinero porque le están pagando a los bonistas, sin mejoramiento económico y viviendo de las dadivas (migajas) del gobierno federal.
Veo un futuro oscuro donde los puertorriqueños que nos quedemos en esta bendita isla, nos vamos a joder porque los políticos, y porque no, nosotros hemos hundido esta isla hasta hacerla un lugar donde no se puede vivir.
Eso queríamos, eso tenemos.
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