27 DE DICIEMBRE DE 2018
Introducción
No hay introducción. Continuamos.
Limpieza (cont)
La próxima posición que habría que evaluar sería educación, pero no vale la pena discutirla, porque a la princesa no la van a tocar. Esta haciendo perfectamente bien el trabajo que le asignaron. Con lo que cobra, tiene unos asesores que cobran un montón, y no ha podido eliminar la burocracia política del departamento, que es lo que realmente fastidia la estructura. Pero eso no es importante. Pero si a la cabeza no le importa, pues imagínense del resto.
El que tiene una mención espectacular dentro de esta lista, es el secretario de salud. Ese individuo que obtuvo su posición gracias al pago de un favorcito que en años anteriores le había hecho al gobernador, no ha podido engranar nada en su departamento. Primero, que rayos le va a importar administrar algo, cuando todavía está laborando en su práctica privada. Para ser francos, ¿a qué se le va a dar mayor importancia? ¿A la administración de una agencia que esta en continuo descenso o a una practica privada que esta en un continuo ascenso? Por menos que eso, sacaron hace par de años al doctor cardiólogo de esa posición. Pero si a la cabeza no le importa, pues imagínense del resto.
Y el problema grande que esta teniendo este señor, es que el sistema de salud se le esta cayendo en cantos y no le importa. Cada vez que lo entrevistan con relación a estos temas, se vuelve un ocho (a menos de que le lleve un café a un reportero de las mañanas). Aunque su jefe no lo ayuda mucho porque está cometiendo el mismo error que cometió su padre de hacer un sistema basado en fondos federales que no están ni asignados. Crean un sistema de salud por fe. Aunque el concepto es agradable para las gradas, el funcionamiento de este es ineficiente. Lo triste es que, como todo en el gobierno, el sistema les transfiere las responsabilidades a los proveedores.
Implantaron el sistema, pero no habían completado el proceso de firma de contratos con los médicos y proveedores de otros servicios. Entonces les dijeron a los pacientes que, aunque no tuvieran contrato, el médico no se podía negar a brindar el servicio. Eso con la premisa de que como quiera, iban a pagarle a los médicos. El problema es ¿cuándo? Además, las aseguradoras, crearon entonces un oligopolio, donde apretaban el bolsillo de los proveedores con unas tarifas en los que ellos se ponían de acuerdo entre ellos. Las opiniones de los proveedores no valían ni para “pool” ni para banca.
Lo que llevaba a que el pago por esos servicios por parte de las aseguradoras fuera ridículamente irracional. Como, por ejemplo, las salas de emergencia, los cardiólogos, los oculistas, optómetras y dentistas. En el caso de estos últimos, si recuerdan, ni las administraciones anteriores, ni la administración actual, ni las aseguradoras le han hecho un ajuste de tarifas por los pasados veinticinco años. Ya lo he mencionado varias veces, pero considero que hay que destacarlo. Hay que denunciarlo para que el mundo civilizado sepa y conozca lo que esta pasando en el sistema de salud de la colonia de la gran nación norteamericana. Señores y señoras del mundo, así tratan a los que brindan salud a los pobladores de Puerto Rico. Así que ya se pueden explicar porque hay tantos puertorriqueños en otras tierras haciendo para otros lo que podrían hacer por los pobladores y los ciudadanos de esta islita.
Pero eso queríamos, eso tenemos.
Sé que me desvié del tema momentáneamente, pero lo más gracioso, y quizás, lo más trágico, es que los grandes administradores de mi terruño piensan que la razón por el éxodo de médicos es que pagan muchas contribuciones. Tienen esas gríngolas impuestas, me imagino, por las grandes contribuciones políticas hechas en las campañas de cada uno de los políticos que están en el poder y los “wanabi” de la vida. No ven que las aseguradoras son las primeras causantes de eso. Pero eso al secretario ni al gobernador no le conviene que le importe.
Cuando en este país le paguen lo justo a los médicos, pues entonces podemos tener el sistema de salud que nos merecemos. Cuando en este país le paguen a tiempo a los médicos, entonces podemos tener el sistema de salud que nos merecemos. Cuando en este país le demos más importancia a los que reciben los servicios y no a los intermediarios, entonces podemos tener el sistema de salud que nos merecemos. Mientras tanto, tenemos el sistema de salud mediocre que las aseguradoras nos quieren brindar.
Por eso, y muchas cosas más, el secretario de salud debe salir de ahí, porque ya que no tiene tiempo para administrar lo que tiene que administrar y le es más lucrativo su practica privada, pues tiene la puerta abierta. El problema es que en esta administración le encanta contratar empleados a tiempo parcial con salarios de tiempo completo. Y no cualquier salario de tiempo completo. Mega salarios de tiempo completo.
Pero eso queríamos, eso tenemos.
Hay otros secretarios que son tan invisibles, que deberían cerrar las agencias y a nadie le interesaría (como, por ejemplo, el Capitolio. Ehhhhh, el Capitolio no es una agencia). Pero estos son los que comenzaría mandando a volar para ver si hay un cambio de filosofía. Vamos a ver lo que pasa en los próximos días. Vamos a ver si Kid tiene los pantalones en su sitio para hacer lo que tiene que hacer. Y eso que tiene que hacer es velar por los mejores intereses de los ciudadanos del país, y no de los ciudadanos de la burbuja.
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