22 DE ENERO DE 2019
Introducción
Lo mejor del mundo es estar con unos ánimos tan bestiales que no tengas deseos ni de mantenerte de pie. Pero hay que mantenerse caminando. Paso a paso se llega lejos. Se supone que sea un consejo para “mismo”, pero “mismo” no quiere hacer caso. Vamos a ver como me va a en la redacción de este episodio.
Estamos tranqui
Hoy voy a estar “chillin”, al menos lo voy a intentar. Voy a tener el “flow” de la alcaldesa de San Juan en las fiestas de la SanSe. La señora alcaldesa se ha gozado las fiestas como si fueran casi las últimas que va a organizar. En realidad, sí, son casi las últimas. Yo no fui, y no me interesaba tampoco, pero por lo que vi por la televisión, por las redes, y otros medios, quedaron muy buenas, muy organizadas, las calles estaban muy limpias, excepto cuando se desbordaron las tuberías de aguas negras que fue causado por la cantidad de gente que asistieron.
Debo estar cerca de una embolia cerebral porque estoy de acuerdo con el recién convertido en el Señor, el representante Navarro. La alcaldesa cantó canciones culturales y con unas letras muy religiosas como el “Acho, Puñ*ta”, bailó, perreó, y se sintió bien “happy”. Ella tiene que entender que tiene un cargo de autoridad que puede ser lacerado por esas acciones momentáneas y para muchos “bochornosas”. Llega a ser él el que se pone a perrear y hablar malo en la SanSe, le hubiesen caído encima. Pero eso no ocurrió por la conversión de ese santo varón.
Lo que no he entendido es que este señor había mencionado en una entrevista que no iba a participar de las fiestas de la calle porque ese tipo de actividad es un despilfarro de dinero. Sin embargo, se apareció a la actividad complementaria en el otro lado de la bahía y compartió sanamente con los ciudadanos de ese pueblo. Las actividades son similares, pero los administradores municipales pertenecen a distintos partidos.
Por casualidad, donde asistió fue al pueblo donde el alcalde es de su partido. Eso se llama hipocresía. En realidad, ¿esa “conversión” es una “conversión” o es una “conversión” a conveniencia? ¿Qué puede hacer lo que le de la gana? Seguro, eso es parte de la democracia. El problema es que una de las cosas que tiene que venir atada a esas “conversiones” es un cambio de actitudes, un cambio de esas cosas que te estaban llevando a lado oscuro, para que entonces puedas encaminarte hacia la luz.
¿Pero quien soy yo para decir si las cosas están mal o bien? Ese es su problema y allá el con su conciencia. Ya el tiempo dirá.
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