EPISODIO CXIX.I – La princesa educada (Parte III)

20 DE FEBRERO DE 2019

Introducción

En muchas ocasiones es mejor no escuchar noticias.  Para mantener la paz mental, es mejor quedarse bruto.  No enterarse de nada porque las cosas que pasan en este país es sinónimo de sanidad.  Pero para los que nos preocupamos por las cosas que pasan en el ambiente que nos rodean, tenemos los días contados.  Lo menos que nos puede dar es una embolia.

Pero eso queríamos, eso tenemos.

Cuando el dinero no es mío

Nuestra estimada “secretaria” de educación, que no es secretaria, porque es una contratista del gobierno que nos cuesta $250,000.  Tiene las mismas capacidades administrativas que las de un mono en un zoológico.  Yo no había visto a una persona que esta a la cabeza de una agencia que este atornillada en su silla y se deje llevar sólo por los informes que le dan sus subalternos.  Y cuando no se verifica lo que dicen, pues entonces vienen las metidas de pata.

Entre su historial esta el cierre de escuelas que estaban en mejor estado que las que se quedaban abiertas.  Como olvidar.  Recuerdan que cuando preguntaban las métricas que se habían utilizado para hacer los cierres y no la sabían, mejor aún, no las proveían.  Como olvidar cuando querían cerrar la escuela especializada de beisbol de Comerio porque les daba la gana.  Si no llega ser por la presión de la comunidad, la hubieran cerrado.

La ironía de las cosas es que luego, esa misma escuela ha tenido varios reconocimientos y logros después del anuncio y la revocación.  Otras escuelas no tuvieron la misma suerte.  Ahí comenzó el “modus operandi” de la princesa.

Después fue el caso de los libros nuevos que botaron, las escuelas que las tenían de vertedero, las computadoras, las cámaras de seguridad, el contrato de “Tus valores cuestan”, perdón, cuentan.  Hacían todo con una transparencia tan espectacular, que sólo se sabía cuando a alguien beneficiado, le tiraban cañona.  Esa transparencia es espectacular.

Ahora, se corrobora que los gastos alegres para los amigos del alma del departamento no se han erradicado.  Es más, ahora hay menos gastos que se dirigen a las escuelas, pero se quedan en las altas esferas de la burocracia del departamento.  Suplidores no autorizados vendiendo comida a los comedores escolares sin estar autorizados.  Suplidores no autorizados vendiendo comida dañada a los comedores escolares.  Suplidores a los que se le hacen unas compras y los muy desgraciados no las entregan hasta un año después y esa mercancía se guarda en almacenes por tiempos infinitos.

Eso es grave porque lo que esta en juego es la salud de los niños que comen de los comedores escolares de las escuelas publicas y las privadas que están bajo el programa.  Siempre hay un morón que defiende eso.  Saludos al anormal que dijo en un comentario cuando salió la noticia en un periódico digital que muestra la insensibilidad y la ignorancia de varias focas que no ven más allá de su nariz.  El muy bestia insinuó que, aunque se fastidiaran los muchachos, pues fue bueno porque lo padres no tuvieron que pagar el almuerzo.  Ya la contestación a ese maldito fanático le fue enviada.  Y el muy desgraciado trabaja en el sistema de justicia de Puerto Rico.  Alguna pala política debe tener.  No hay de otra.  Por eso estamos como estamos.

Pero eso no se queda ahí.  Hoy se publicó que la persona responsable de esas compras era el hijo de un exrepresentante del partido en el poder.  Otro hijo talentoso, coño.  Dando contratos a “amigos del alma”.  El problema es que ahora, a esa misma persona, le dieron la posición de subdirector de manejo de fondos federales del departamento de educación.  ¿En serio, loco?  No tienen la capacidad de hacer lo que están haciendo y le dan más responsabilidades.  Ese es el premio de la ineptitud y la ineficiencia de la gubernamental.  Ese es el pan de cada día en la administración del gobierno de nuestro país.

Pero eso queríamos, eso tenemos.

¿Y la princesa Keleher?  Bien, gracias.  En su departamento hacen lo que le da la gana, pero no hay acciones contra los funcionarios y empleados que hacen las cosas mal.  En el resto del gobierno, es lo mismo.  La administración no tiene ni pies ni cabeza.  Nadie sabe nada.  Estamos bien.  Ricky 2020.

Eso querían, eso tienen.

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