20 DE JUNIO DE 2019
Introducción
Esta sería la tercera parte de los episodios que se comenzaron a escribir el pasado lunes. Comenzamos con “La fiebre de las estatuas”, luego “Cuando la corrupción es legal” y hoy les toca el turno a los ñames con corbata. ¿Qué es un ñame con corbata? Pues es un individuo o “individua” que está en una posición privilegiada, sea en el sector público o privado, y que vive del cuento, haciendo poco y cobrando mucho. Es muy poco lo que aportan a la sociedad, pero es mucho lo que obtienen para su bolsillo.
Eso querían, eso tienen.
Si eres un ñame, estas por encima de la ley
Al departamento de justicia se le ve la costura. Depende de tu estatus social, es el tiro de toalla o la clavada que te dan. Cogen a un infeliz robándose ropa interior femenina en Plaza Las Américas, y le dan una fianza de $100,000 y, al ser un infeliz, no la puede pagar y lo llevan a la correccional. Cogen a un infeliz robándose un racimo de plátanos o de guineos, le dan una fianza de $100,000 y, al ser un infeliz, no la puede pagar y lo llevan a la correccional. Pero si eres un rector de la universidad del estado, participas en un esquema donde se roban millones de dólares, y no pisas la cárcel. ¡Que bello es todo! Eso se llama confianza en la justicia.
El asunto es que hace aproximadamente seis años atrás, un grupo de “rectores”, afiliados al partido en el poder, pues se inventaron un esquema para defraudar el departamento de educación en donde la máscara era que se daban una serie de adiestramientos al personal del departamento, pero en realidad, era una forma de hacer un tumbe, vivir bien, quedarse en hoteles en la francachela, algo que cualquier educador puede tener con su salario.
A esos individuos le queda grande la posición que tienen. Me gustaría saber cual es el pensar de los universitarios de corazón. Pero con eso queda al descubierto que la supuesta “autonomía universitaria” es una utopía. Los miembros de la junta universitaria y los rectores no son académicos, son políticos. Deben su posición al trabajo que hacen a los partidos políticos en turno. Y es por eso que la universidad se esta yendo por un hoyo negro. En especial, esa ha sido la misión del partido azul desde hace mucho tiempo.
El caso es que ninguno de los rectores, que se declararon culpables, ha pisado la cárcel. Todos han llegado a acuerdos de probatoria. En realidad, hay que chavarse. Por eso digo, depende de tus contactos y tu estatus social, cometes un delito o cometes una falta. Todo es cuestión de semántica. Así no se puede pedir la estadidad.
Eso querían, eso tienen.
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