8 de noviembre de 2019
Introducción
Puerto Rico es el país que no aprende de su historia. Es un país de memoria corta. Es un país destinado a autodestruirse.
Eso es lo que queremos, eso es lo que vamos a tener.
La avaricia de la justicia
Hoy descubrimos que los jueces no pueden vivir con la porquería de salario que tienen. Mientras que tenemos maestros que cobran una porquería, los jueces no pueden vivir con un misero mínimo de $70,000. Eso es un juez raso, porque un juez del Tribunal Supremo cobra $135,000. Eso es casi el salario de siete maestros o siete policías. ¡Cobran más que el gobernador! Pero un juez es tan importante que no puede vivir con ese “Petty cash”. Después de todo, nosotros pagamos esos salarios y el acceso a ese tribunal es casi nulo.
El aumento que la jueza presidenta del Tribunal Supremo ha estado mendingando por todas las oficinas del recinto casto, puro y casto Capitolio va desde $120,000 hasta los $183,000. Con eso no se puede vivir en este país. Entiendo perfectamente a la jueza presidenta. Eso sin contar los “beneficios” que tienen por estar en esas posiciones privilegiadas. Dice ella y justifica el pedido porque los salarios de los juristas en Puerto Rico son los más bajos de la nación. ¡Wow! ¿En serio fueron con ese argumento? Pues entonces, señora presidenta, le tengo noticias.
Los maestros de Puerto Rico son los peores pagos de la nación. Los policías de Puerto Rico con los peores pagos de la nación. Los bomberos de Puerto Rico son los peores pagos de la nación. Los empleados gubernamentales, que no son palas políticas, están entre los peores pagos de la nación. Los empleados de la empresa privada, nos han empobrecido en los pasados años por leyes que, ustedes consideran que son necesarias para que el país sea más “competitivo”. Pero estamos en campaña, y los cuponeros políticos están en la caza de lo que caiga. Por eso estamos como estamos.
Pero eso queríamos, eso tenemos.
Señora presidenta, gracias a eso que usted está haciendo, se tiene que concluir que este país no tiene ninguna institución en la que puede confiar. Gracias a eso que está haciendo, es que le estamos negando un país a nuestros hijos. Gracias a eso que está haciendo, se puede deducir que no tenemos esperanza para salir de la podredumbre en la que estamos. Gracias por nada.
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ESO QUERIAS, ESO TIENES 