19 de diciembre de 2022
Introducción
Seguimos con la cuenta regresiva, y cuando se publique este episodio, sólo van a faltar 12 días para que se acabe el año. Eso es para los que se emocionan con eso. Porque hay que ser inclusivos hasta para eso. Sin embargo, ese detalle tiene sus ventajas.
El gobierno ya empezó la jarana, lo que quiere decir que se supone que hay menos vehículos en la carretera. Lo que se supone que no haya tantos tapones. Lo que se supone que vayas más tranquilo transitando por las perfectas calles de Puerto Rico. Lo que se supone que llegues antes a tu jornada laboral en el sector privado, a menos de que, te levantes más tarde para llegar a la hora de siempre, porque hay patronos que no se merecen que te mates por ellos. Es más, no se supone que lo hagas. Te mueres y te buscan un sustituto antes de que te entierren.
Eso querías, eso tienes.
Pitorro
Esta es la historia triste de un amigo que no tiene amigos. Al no tener amigos, pues no es muy dado a que lo inviten a actividades sociales porque no tiene amigos, ya lo dije. Pero siempre hay una excepción cada década. Pues resulta que este año se cumplió la década y lo invitaron a una actividad de clase graduada. No la suya, obviamente, porque la clase en la que se graduó están mas dispersos que las gotas de agua en un océano. El caso es que su esposa si tiene amigos y su clase graduada se reunió para hacer un festejo navideño del “sorullo”. Y para el que no sabe lo que es, pues es una fiesta donde cada cual lleva lo suyo.
La primera observación de este amigo que no tiene amigos fue lo maltratada que esta la gente después de 35 años. Mano, MMM y MCS hubiesen hecho una fiesta de subscripciones allí. Las farmacéuticas se hubiesen hecho de par de pesos con los medicamentos de la presión (que ahí estoy incluido), sobos para las coyunturas, medicamentos para la disfunción eréctil y pastillas para la memoria (que ahí también estoy mega incluido). Quizás veinte años no son nada, pero vio que 35 años, si lo son y de qué manera.
El asunto fue que, en toda fiesta de navidad que es el campo, se incluye dentro de la oferta gastronómica todo alimento que sube las calorías y el colesterol a niveles estratosféricos. Según mi amigo que no tiene amigos, el menú era arroz con gandules, pernil, guineítos en escabeche, flan, entre otras delicias. Obviamente, como era el “party” del sorullo, no había morcillas ni pasteles, pero en realidad no hicieron falta, porque la oferta de bebidas era excesivamente variada, pero centrada en una bebida en particular; el pitorro.
Me cuenta mi amigo que no tiene amigos, que tenían pitorro de coco, de pistacho, de piña, de jengibre, hasta de la madre de los tomates. El asunto es que, como buenos boricuas, los asistentes se dieron los palitos de todos y cada uno de los sabores. Eso se mezclaba con las cervezas de todas las marcas, los vinos y otros espíritus destilados que llevaron, que hay que decir que el que saliera consiente después de toda esa mezcla, es un bravo o una brava de verdad. Porque en realidad, para beber no hay discrimen por sexo. Y para ajumarse tampoco.
Como suele pasar, mi amigo que no tiene amigos, pues sucumbió a la tentación (el tipo es débil, carajo), y se dio tres “shots”. El primero de coquito de pistacho. El segundo, de pitorro de jengibre. El tercero, de pitorro de coco. Hasta ahí llegó. El me dice que no sintió nada de momento. Es más, en la noche estaba todo bien. Pero se durmió, y se durmió y se durmió. Y cuando se durmió, no había quien lo levantara. Entonces entendió que la lección del día fue que la cosa esa patea y que sólo debe ser consumido un viernes o un sábado que no tenga que hacer nada importante al otro día.
¿Y qué pensaban? ¿Que la lección era que no bebiera? Para mi que haga lo que le salga del forro. Después de todo, es una vez cada década. Como quiera, no salió borracho, inconsciente o botando el verde de las tripas. Y si se lo disfrutó, pues mejor. El pobre necesita distracción y esas cosas le ayudan a que vea que hay otro mundo que lo espera cuando le de la gana. Quizás no consiga amigos, pero al menos pasa un buen momento.
En conclusión, amigos de este blog (porque yo si tengo amigos, aunque no los vea), en este periodo, vayan a todas las fiestas que los inviten. Cómanse todo lo que puedan, aunque después terminen en una sala de emergencias. Tómense todo lo que le ofrezcan, eso sí, con moderación si están conduciendo. Si no están conduciendo y están en “pon”, bébanse hasta el Orinoco si pueden. Compartan y hagan sesiones de chistes subidos de tono, porque no solo en los funerales se hacen. Canten como quieran, aunque suene mal.
La vida es fugaz y puede ser que esa fiesta a la que vayan sea la última. Los ataques cardiacos ocurren.
Eso querían, eso tienen.
Artículo del día
Y siguiendo con las ideas de regalo, o de compras, como quieran verlo, en el día de hoy le incluyo un nuevo artículo que puede ser una buena alternativa de regalo. Espero que lo tomen en consideración.
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