Episodio CDIII (403) – Como sobrevivir a un 10k después del COVID

28 de febrero de 2023

Introducción

Hay quienes nacen con estrellas y hay quienes nacen estrellados.  Eso es ley de vida.  Hay quienes en tres meses demuestran todo lo que pueden hacer y hay quienes en cinco vidas no te demuestran nada.  Lo que proyectas es la realidad, aunque esa realidad sea más frágil que una vajilla china.  Por eso, hay que joderse con cierta gente que dice que sabe y que hace todo lo posible por joder solo porque tienen unas posiciones de poder que se ganan porque son “amigos del alma” de ciertos elementos que no quieren tomar una responsabilidad por estar haciendo lo que no tienen que hacer.

Hay gente con la que es un gusto relacionarse, mientras que hay otras que hacen que la vida diaria de las personas que la rodean sea una soberana mierda.  Pero hay que continuar, porque ese es el mundo en que nos toca vivir, donde el que tiene valores y respeto a los demás, no va para ningún lado.  Mientras si eres una mierda de persona, con proyección infinita y un poco de ayuda de tus “amigos”, puedes aplastar a muchos para lograr tus objetivos.

Ese es el mundo que quieres, ese es el mundo que vas a tener.

Segmento prestado

En estos momentos voy a dejarle el espacio a mi amigo que no tiene amigos para que nos describa su osadía del pasado domingo, donde por poco muere haciendo una carrera de 10 kilómetros.  Bueno, no muere, pero la pasó mal.  Pues le dejo el teclado para que se desahogue.  Espero no los aburra.

“Hola.  Mi nombre es José y les cuento mi aventura del pasado fin de semana.  Era un domingo soleado.  El rubio estaba caliente desde temprano en la mañana.  Eso fue excelente para un equipo que se instaló hace poco y que, espero me rinda beneficios pronto.  Pero de eso no es lo que vengo a hablar, al menos por ahora.  Como a eso de las diez de la mañana, salgo con “trimmer”, máquina de cortar grama, rastrillo y escoba para hacer esas labores.  Todo muy bien, incluyendo el momento que me di cuenta de que se me había acabado el hilo del “trimmer” y tuve que salir de urgencia a comprarlo.

Como a eso de las doce termino esa tarea.  Entonces, hice algo que no se debe hacer antes de correr, comer.  Aunque no fue mucho, como quiera puede ser contraproducente.  Después me di un baño para salir como a eso de una y media de la tarde para el área de Punta Salinas en Toa Baja.  Antes, tenía que hacer par de paradas porque de primera, no encontré mis audífonos y sin audífonos, al menos yo, no puedo correr.

Aclaro algo.  Si es que se puede llamar correr a lo que hago.  Porque después del COVID, mi vida ha sido un desastre en todo el sentido de la palabra y los entrenamientos no son una excepción.  Pues, aunque la rutina sigue siendo igual, hacer la ruta en intervalos de carrera y caminata, en los últimos días ha sido más de caminata y carrera.  Además, el tiempo de recuperación del aliento para cada uno de esos intervalos es cada vez mayor.

Bueno, el caso fue que hice dos paradas y no encontré lo que estaba buscando.  Al menos encontré unos inalámbricos en el carro, que no son la gran cosa, pero al menos, resolvieron en algo.  Me duraron casi toda la ruta.  Pues ya listo para llegar al área de la carrera como a eso de las tres de la tarde, me encuentro que el estacionamiento del balneario estaba cerrado porque supuestamente estaba lleno.  “Okey”, le dije a mismo ya con un poco de malestar mental porque, tarde no había llegado, y allí no se veía tanta gente.

Anyway, me estacioné en la urbanización donde estaba la salida.  Sali para el balneario para ver que tan lleno estaba.  ¿Saben lo que me encontré?  El estacionamiento no estaba lleno.  Había espacio con co**nes, pero los policías municipales cerraron el estacionamiento porque supuestamente no estaba toda el área abierta.  ¿En serio, morón?  Allí todavía cabían fácilmente mas de 100 carros y no los dejaron pasar porque no le salió del forro.

Entonces, después de comunicarle al guardia mi molestia y su contestación titánica fue; “pero ahora puedes traer el carro para acá porque hay espacio”.  Me subió y me bajo veinte veces.  Ya había un tapón de madre y el muy anormal quería que moviera el carro.  Me acordé de su precedencia y su descendencia muchas veces.

Ya de vuelta al área de salida, faltaban todavía unos cuarenta y cinco minutos para salir, y aunque ya había más gente, todavía no estaba lleno.  Ahí me comunique con una de mis compañeras de universidad, que se encontraba por allí, para encontrarnos.  Ella iba a hacer el 5k con uno de sus primos y la esposa de él.  Pues volví al área del balneario.  Hace unos años no la veía, desde que formamos el grupo de carrera que se llama (porque no se ha desintegrado), los LEÑA RUNNERS.

Así que, después de las fotos que todo corredor wanabi se tira antes de un evento, pues entonces volví al área de salida.  Ya faltaban quince minutos para salir.  Ya cuando llegué, ya estaba cansado y todavía no había corrido ni 100 metros.  Nada, bajo un sol infernal, a las 4:32 de la tarde, arrancó la carrera de 10 kilómetros.

Kilómetro 1 – obviamente, es el que se corre más rápido.  Aunque, como mencioné, iba mas lento que en ocasiones anteriores.  Lo hice en 6:17. Buen ritmo para comenzar.

Kilómetro 2 – todavía iba con fuerza, pero ya bajando revoluciones.  El cansancio empezaba a molestar, aunque no considero que estuviese mal.  Todavía estaba cómodo y lo terminé en 6:57, con un total global para los 2k de 13 minutos 15 segundos.

Kilómetro 3 – aquí empezó la lentitud.  Regularmente, en los buenos tiempos, yo hacia los 3k por debajo de los 18 minutos.  Ahora, si los bajo de 21 es un milagro.  De por sí, en esta carrera los hice en 20:59, o sea, que puedo considerar que estoy mejorando mi raquítica marca actual.

Kilómetro 5 – en el primer kilometro que me tardé más de 8 minutos en completarlo.  Ya había pasado el puente de las banderas, virado por la termoeléctrica y los pulmones me estaban pidiendo auxilio.  En mis entrenamientos y practicas previas, no había bajado de 38 minutos en los 5k.  El tiempo de la aplicación para la distancia fue de 36:37 segundos.  Mejor de lo que había logrado, pero bien lejos de los 32 minutos que regularmente hacía. 

Kilómetro 8 – el principio del fin.  Ya estaba muerto.  No tenia nada en el sistema, así que decidí hacer lo que siempre he dicho y que ha sido mi lema desde siempre, terminar la carrera antes que la ambulancia, no dentro de ella.  Así que lo tomé con calma.  Ya no iba a hacer mi mejor tiempo y ya no podía competir contra “mismo” de hace tres años, porque me había sacado una ventaja de casi 10 minutos.  El momento más frustrante de toda la carrera.

Kilómetro 10 – la meta.  Aunque haya sido frustrante, no haber logrado lo que se quería y haber terminado como una plasta, al menos terminé de pie.  No valía tres centavos, pero terminé.  Llegar antes que la ambulancia, no dentro de ella.  Lo logré.

Lo mejor de todo es que, aunque estaba casi inconsciente y después de haberte tomado una botella de agua y un “galón” de Gatorade, creo que por primera vez (o quizás la segunda), pues me reciben en la meta.  En verdad se siente bien.  Bienaventurados los que les pasa eso a menudo.  Yo como siempre voy solo a correr, pues no había experimentado eso.  Gracias a mi amiga Tata por eso.  LEÑA POWER.

Ahora el próximo proyecto es el 5k de San Patricio.  Ahí si espero que haya una reunión del grupo y que podamos tirarnos la foto de fondistas wanabi elite del principio de carrera y la de “estamos vivos” al final.  En San Patricio empezó el proyecto, y espero que nos reunamos de nuevo (creo que ya lo dije).

 Ahora los dejo con el creador de este contenido.  Gracias por prestármelo, tipo.  Hasta una próxima ocasión.”

Ehhhhhh, no voy a añadir nada más.  Escribiste tres páginas.  Si no los aburriste es un milagro.  Es más, si llegaron a lo que dijiste del kilometro 5, sin dormirlos, en una hazaña.  Nada, disfruten su día.  Y como dijo José, el propósito es seguir y terminar, aunque este todo jodido, de pie, antes que la ambulancia y no dentro de ella.  Sean felices.

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