6 DE DICIEMBRE DE 2018
Introducción
Estamos en el reino donde la lógica lleva de vacaciones varios años. En estas últimas semanas se ha dado varios palos de pitorro, porque lo que pasa en este país no tiene una explicación. La gente que se supone que tenga unos conocimientos superiores, están cometiendo una serie de errores espectaculares. Dignos para llevarlos a los libros de récords de Guinness.
Eso querían, eso tienen.
La justicia no es ciega
Y continua la secuela del caso “WhatsApp” que ha embarrado a medio universo azul en este país. Peor, ha embarrado a todo el sistema de justicia que, si tuvo en algún momento una pizca de confianza en la gente a quien le sirve, pues después de los últimos sucesos, cayeron en un agujero negro, pero bien negro.
Es difícil de creer que, si acusan a una persona de algo, entonces venga un relacionado y haga la misma bestialidad. He escuchado muchas versiones, análisis, y puntos de vista sobre el particular y hay algunos que con los que dicen y piensan, estoy seguro de que viven en Lalalandia.
Como he mencionado en otras ocasiones, la justicia no es ciega. Tampoco es barata. Quien puede comprar la justicia es quien vive bien en este país. Las oportunidades de obtener justicia para un pobre no es la misma que para alguien que tenga la suerte de tener recursos.
Considero que lo que hizo el juez y su querida esposa secretaria de justicia es el “modus operandi” del sistema político y de justicia diariamente. Tú me proteges y yo te protejo. Nos reunimos en cuartos oscuros para impartir justicia a conveniencia. El problema que esto va a estar oculto hasta que alguien se moleste con el otro y saque a la luz pública los pañitos sucios, con el propósito de embarrar a quien me cayó mal o me hizo algo que no me gustó.
Ya en esta administración es normal que las cosas se sepan de esa forma. Los casos de la Comisión Estatal de Erecciones, perdón, Elecciones, el “WhatsApp”, los pequeños problemitas después de los huracanes, las compras de las guaguas sin haber fondos en las agencias, los empleados fantasmas de Tommy, entre otras. Siempre hay un chota que quiere ver destruido al otro para beneficiarse de esa caída.
Pues eso querías, eso tienes.
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