18 DE ENERO DE 2019
Introducción
Cuando uno lee los recuerdos documentados el pasado año y me doy cuenta de que, por par de excepciones, todo esta casi igual, tenemos un problema como país espectacular. Lo que si debo decir es que, en algunos aspectos, hemos tenido suerte y apoyo. Es impresionante que no sea del aparato gubernamental norteamericano, pero si de mucha gente que, viendo la necesidad del país, están deseosos de ayudar.
Qué bueno que exista ese tipo de personas, porque si nos dejamos llevar por las cuestiones políticas exclusivamente, estaríamos (¿?), perdón, por esas mismas cosas es que estamos jodidos.
Pero eso querían, eso tienen.
Jimmy Fallon
Logré ver el programa “Tonight Show” con Jimmy Fallon desde Puerto Rico. Mi opinión obviamente no es de experto, pero vamos voy a tratar de transmitir como fue el especial por cada uno de los segmentos. Hay puntos en los que van a estar de acuerdo conmigo y hay otros que no. Así que, están invitados a comentarme sobre lo que aquí escriba.
Hay que recordar que este programa estaba cocinándose cuando Lin Manuel fue al programa de Fallon para promocionar a “Mary Poppins Returns”. En ese momento, ambos les gustó la idea de hacer el programa cuando se estuviera presentando Hamilton en el teatro de Universidad de Puerto Rico.
¡Qué lindo hubiera sido ver el teatro del recinto de Rio Piedras en ese programa! Pero por las cosas que pasaron y que todavía no se ha visto consecuencias en los causantes de que eso no ocurriera, pues movieron el montaje y las presentaciones al Centro de Bellas Artes. Lo bueno es que hasta ahora han sido un éxito. Pero hubiera sido mejor en el teatro original. Dicho eso, empezamos.
Primer segmento. Jimmy, ¿qué sabes de Puerto Rico? Con esa pregunta empezaron el programa. Dos de los miembros de la banda del programa le hicieron esa pregunta a Fallon. En realidad, si los puertorriqueños conocieran la mitad de las cosas que Jimmy contestó, seríamos un país mejor. (Todavía estoy procesando lo de las atuneras). Estaríamos más conscientes de muchas cosas y quizás no tendríamos este complejo de inferioridad que nos arrastra a la humillación diaria. Después de la contestación del desconocimiento que tenia del país, entonces le indicaron lo de las taquillas del musical Hamilton en la isla y arrancaron para acá.
Segundo segmento comienza con Fallon frente a Bellas Artes. Ahí fue donde mi tristeza fue de proporciones bestiales. Lo lindo que hubiera sido esa presentación frente a la torre de la universidad. No se dio por las razones que en algún momento publique. La promoción al recinto hubiera sido espectacular. Pero somos un pueblo de mente chiquita. Ya sé lo que me van a decir, pero ya la universidad tiene tantos enemigos, internos y externos, que un poco de ayuda promocional hubiera sido beneficioso. Pronto, si las cosas siguen como van, la universidad va a ser parte de la historia de Puerto Rico.
Volviendo al segmento, Lin Manuel hizo la presentación musical del programa tomando como base uno de los números musicales de Hamilton e insertó la participación de Fallon. Para ser la presentación, estuvo entretenida.
Tercer segmento, cuando salen de Bellas Artes y se van a Viejo San Juan. La ruta desde la Capilla del Cristo hasta la Calle Fortaleza (con las sombrillas). Ahí encontraron por “casualidad” a Bad Bunny (Wow). No entendí tres infiernos de la canción. Bueno sí, lo único que entendí fue el Mia, nada más. Estos cantantes caricaturescos de la era del “auto tune” me fastidian el oído. Pero eso es lo que escuchan ahora. Por eso estamos como estamos. Prefiero mil veces la música de los 80 y 90. Pero es cuestión de gustos. Al final de la inentendible canción, pues entonces comenzó el famoso “Oe, oe, oe” de la batucada. Algo que es muy normal en las fiestas en este país.
Cuarto segmento, la entrevista a Lin Manuel. Obviamente, ya Fallon lo había entrevistado, pero se dedicaron a hablar de Hamilton y la fundación de Lin Manuel y todos los esfuerzos dirigidos para a la reconstrucción de Puerto Rico. Hablaron de lo que pasó durante el huracán, lo que pasó después del huracán cuando este país estuvo incomunicado por varios días, semanas y meses y la angustia de la gente que estaba al otro lado del charco cuando no sabía nada de los que estábamos en el lado de acá.
Hablaron de la recuperación (¿?) del país, de por qué Lin Manuel trajo a Hamilton a Puerto Rico y de lo satisfactorio que ha sido. Fue una entrevista que no fue muy profunda, pero considero que cumplió con su cometido. También hablaron de la labor de las empresas pequeñas en la reconstrucción y la ayuda que la fundación y otra gente les brindan. Espero que eso de resultados.
Quinto segmento, el “zip-line”. Lo más que me gustó fue que mostraron distintas tomas de la ruta de 2.3 kms. Los campos y las montañas de Puerto Rico son espectaculares. No tenemos montañas ultra altas, pero después del huracán han recuperado el verdor que las caracteriza. Aquí no tenemos nieve, pero no hace falta. Aunque gracias al calentamiento global que tiene a Trump de aliado, no me asombraría que en los próximos años tengamos par de pulgadas de nieve. Quizás ahí sea cuando llegue la estadidad. Quién sabe.
Sexto segmento (ommmmmmmmm), la entrevista al chef. Fuera del aspecto de llevarlo a Piñones a comer alcapurrias y pastelillos, que viene el muy (%$*&^$%%&**&) se le ocurre decirle empanadilla. Hay que orar. Pero viene cualquiera hace un libro de Puerto Rico y se creen que es la gran chavienda. Esa acción social “desinteresada” que hizo durante el periodo post huracán, le ha traído muchos beneficios. ¡Así cualquiera hace labor filantrópica! Con eso termino con esto.
Y el segmento final, cuando el señor José Feliciano le pusieron a una chata a acompañarlo a cantar En mi viejo San Juan y barrió el piso con él. Se comió el pollo y se chupó los huesitos. Lo hizo pedacitos. Cuando un individuo con una trayectoria de tantos años, que toca una guitarra espectacular y que tiene una voz brutal, lo ponen al lado de un individuo que sólo puede hacer un concierto con modificadores de voz y que, como muchos de los que dicen que cantan en esta época, son un accidente mediático, pues pasa lo que pasó.
Ozuna no le tuvo ni al más mínimo respeto a Feliciano, ni a la composición, porque ni siquiera se aprendió la letra. Algo que es reflejo de la generación actual que no se ha preocupado en aprender ni saber de donde salieron. Por eso estamos como estamos.
Pues eso querían, eso tienen.
En general, fue un buen programa. Hubiera cambiado varios de los personajes que estuvieron ahí, a los que le dieron una exposición bestial, sin merecerla. Muchos hablan de cuanto hubiera salido ese tiempo en televisión si se hubiese pagado. Eso es lo de menos. Ya tuvimos esa ayuda, lo que tenemos que hacer, y lo que las autoridades tienen que hacer es no embarrarla, como regularmente hacen.
Me imagino que van a venir varios turistas para acá porque vieron el programa. Lo que espero es que, si eso ocurre, no se arrepientan porque no se les presenta la misma experiencia que promocionaron en el programa. Pero como son las cosas, todo se puede esperar. Puerto Rico tiene mucho más que mostrarle al mundo. Pero en una hora no se podía hacer. Hay que trabajar para tener el Puerto Rico que queremos y que, en una próxima ocasión, tengamos muchas cosas adicionales que mostrar y que otra gente se interese en mostrarnos al mundo como somos. No como las aberraciones que están haciendo dos o tres y que son extremadamente perjudiciales y mediáticas.
Eso es lo que tenemos que aspirar, eso es lo que vamos a tener.
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