EPISODIO CVII – Estimado Ricky (Parte III)

4 DE FEBRERO DE 2019

Introducción

Llevo par de días sin escribir, lo que he aprovechado para pensar en varias de las cosas que podía desarrollar en estos próximos episodios.  Podía escribir sobre el juego de la sillita que tienes en tu gabinete.  No hay nadie nuevo.  No hay nadie que haya demostrado capacidades espectaculares para realizar las labores que les encomiendas.  Cada día más, los que están nombrados o están por ser nombrados, se tiznan con vicios de conflictos de intereses o de conductas que se supone que no sean las correctas y de ejemplos para la sociedad en decadencia que estamos viviendo.

Pero eso quiso el país, eso es lo que tiene.

Forense

Estimado Ricky, disculpa que te vuelva a mencionar esto, pero lo que tienes es una correccional de mujeres en este negociado y no hay luz al final del túnel.  El asunto de que quieras crear un “centro de atención telefónica” para informarle a los familiares de los que tienen una estadía en ese edificio es una solución a algo que no esta relacionado.  Por lo que veo, eso es un intento de aumentar tus infladas estadísticas de empleo en algo que no soluciona nada.

Estimado Ricky, la semana pasada escuché que habían conseguido $5 millones para solucionar el problema.  Eso es espectacular.  Hoy escuché que ninguno de esos fondos es para aumentar la empleomanía de la institución.  Esos que ayudarían a mejorar ese detalle están sujetos a la aprobación del departamento del trabajo y de la Junta de Control Fiscal.  Es más, el famoso “call center” esta casi inoperante por falta de personal.  ¡Así no se puede pedir la estadidad!

Estimado Ricky, considero que, si quieres mejorar el servicio, debes dar servicio.  No hay que ir a Harvard, ni a George Washington, ni a MIT, ni a la IUPI (que tanto odias) para saber eso.  El problema que tienes, estimado Ricky, es que prefieres solucionarles los problemas financieros a varios “amigos del alma” en vez de hacer lo que tienes que hacer.

Considero, mi estimado Ricky, que si hicieras un análisis profundo de los recursos que tienes y las necesidades que tiene el país, nos podrías sacar del atolladero.  Pero no hay la voluntad de hacerlo, porque si lo haces, te cuesta una base de financiamiento de la campaña y votos de los tontos útiles que ponen los intereses individuales por encima del colectivo.  Esa es la democracia en la que vivimos.

Pues eso queremos, eso tenemos.

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