13 de mayo de 2020
Introducción
Hoy me di cuenta que debo seguir escribiendo. Descubrí que mis problemas de memoria y de retentiva van empeorando. Salgo a hacer algo, vuelvo y no hago lo que iba a hacer. Y eso, que estoy empezando comenzando las dos pesetas. Y es en esta etapa y uno se siente miserable y obviamente, quien esta alrededor no lo entiende, lo que hace que el sentimiento de depresión aumente. Nada, como dijo Sabina en algún momento, ponerse viejo es una mierda.
Eso querían, eso tienen.
Desordenes ejecutivas
Que yo tenga un problema con mis neuronas, pues es pasable. Sin embargo, vivo en un país donde cada cuatro años se le olvida todo lo que los políticos que, por medio del voto democrático, hacen y roban para joder a quienes los eligieron. Roban a cambio de migajas. “Roban, pero se ve la obra”. Eso decían en los mediados de los noventa y ahora es que estamos pagando el desmadre que hicieron para “financiar” esa “obra”. La obra dejando pérdidas y sin forma posible de pagar la deuda.
Eso querían, eso tienen.
El sábado pasado fui a ver si conseguía unas cosas en la ferretería, pero no recordaba que nuestra brillante gobernadora, cambio la orden ejecutiva y desde esta semana las ferreterías abren de lunes a viernes. Lo que quiere decir que, si estamos en un país de ley y orden, todos esos negocios estuvieran cerrados, pero no. Estaban todos los negocios cerrados, excepto una las tiendas de una cadena norteamericana de ferreterías y efectos de jardinería.
¡Qué mamey! Jodiendo los negocios pequeños y las industrias locales y apoyando a los grandes intereses, donadores en las campañas políticas. Porque si se les había olvidado, la candidata “no política” esta en campaña “full” y no va a defraudar a quienes le van a dar los billetes para sus anuncios. En este periodo, las cadenas han hecho fiesta vendiendo artículos “no esenciales”. Lo que no les dejan vender a los chiquitos, estos mogules lo venden. Así se destroza la economía de un país, pero a los que nos administran no les importa. Para ellos, lo importante es legislar para que llegue la estadidad que, dicho sea de paso, con sus acciones, cada vez está más lejos.
Sin mentirles, ese día las filas para recoger mercancía en esa tienda eran kilométricas. Pero no apareció un policía que les dijera que estaban fuera de ley. No apareció DACO, aunque para qué rayos, esa oficina es un accesorio que no hace un carajo para proteger a los consumidores. No apareció un funcionario gubernamental para indicarles que estaban mal. Pero para arrestar a un individuo que estaba haciendo una protesta en un carro, para eso si aparecen. Por eso estamos como estamos.
Pues eso querían, eso tienen.
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