Episodio CCCLXXXIV (384) – Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa

4 de octubre de 2022

Introducción

Hoy, intentando crear un episodio coherente, escuchando mi playlist con el que hago 5k.  En las pasadas semanas pues debo decir que me llegó la viejetud.  El sistema se me descontroló y estoy que no puedo con mi vida.  Debe ser que Dios me esta enviando factura por estar escribiendo lo que escribo y como lo escribo.

Pero, el asunto es que, mientras sigan pasando las cosas que pasan en este país y en este mundo, pues de alguna manera hay que desahogarse.  Como dicen por ahí, “uno no puede vivir con eso adentro”.  Así que mientras la presión me lo permita, pues escribiré, porque después de todo, el dominio de la página esta pagado hasta agosto del año que viene y hay que aprovecharlo.  Así que vamos a lo que vinimos y roguemos que salga algo que valga la pena.

Biden y su tarima alambrada

Me da gracia porque la gente no aprende.  Biden vino ayer, estuvo cuatro horas, dijo par de palabras bonitas y par de promesas, se llevó par de aguacates y quenepas ponceñas, y se fue.  Todo en menos de cuatro horas.  Entonces, con el calor infernal que me imagino que había ayer en Ponce, porque allá no hay excepciones, los Ferré Rangel, porque ni siquiera fue el gobernador, lo llevaron a dialogar con un grupo de administradores de instituciones sin fines de lucro, lidereadas por el Centro Sor Isolina Ferré, que por casualidad tienen una relación directa con los dueños del periódico, entre otros negocios.

Pierlooser, en el discurso del presidente, estuvo risueño, como pensando como iba a repartir esos chavitos prometidos.  Unos $60 millones para la restructuración del servicio eléctrico, eso dijeron.  No sé, ¿pero es dinero para asignárselo a la AEE o para entregárselos a LUMA.  En esa parte estoy perdido, aunque de una cosa estoy seguro.  Lo van a mal utilizar, van a hacer facturaciones infladas, o van a comprar de mas para usar materiales en su aspecto personal, pero pagados por el gobierno federal.  ¡Ehhhhh!  Ese último lo usan mucho los contratistas pequeños y no aplica mucho a corporaciones grandes, así que me imagino que deje volar mucho mi imaginación.

Volvemos al tema.  Han pasado más de dos semanas de Fiona y todavía hay gente que no tiene luz.  Y hay gente que me hierve la sangre cuando dicen que la gente critica a los empleados de LUMA (o sea, a los celadores) porque no avanzan a hacer su trabajo.  El asunto es que una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.  Y voy a tratar de explicarlo lo mas sencillo posible.  Porque, aunque ustedes, mis queridos y pocos lectores, son personas brillantes, pues hay gente que hay que llevarlos por el sendero del entendimiento, agarrados de la mano, porque si no, pierden el rumbo.  Empezamos.

Cuando la gente critica a LUMA, no es por sus empleados de campo, es porque siendo una supuesta corporación privada, esta politizada de arriba abajo.  Ejemplo de esto es que su portavoz era el jefe de manejo de emergencias cuando María (que, de hecho, lo botaron) y que la que pusieron en la posición de “asuntos inútiles energéticos” que admitió que no sabe tres carajos de la posición, era presidenta de la juventud PNP en el área este.  Eso sin contar que familiares del grupo cercano de Pierlooser, están en altas posiciones en la compañía.

Cuando la gente critica a LUMA, no es por sus empleados de campo, es porque ese conglomerado no uso un vellón para hacerse cargo de la operación de la autoridad.  Es más, el gobierno le dio millones y millones para que ellos aprendieran del negocio.  Siempre lo he dicho, así yo también quiero montar mi quiosquito.  El problema fue que no aprendieron y lo que han hecho desde entonces es meter la pata hasta donde dice “Made in Japan”.

Cuando la gente critica a LUMA, no es por sus empleados de campo, es porque le vendieron al pueblo que iban a reducir los gastos operacionales, y le están pagando millones a 25 vicepresidentes que no hacen nada.  ¡Que mamey!  Eso te lo cobran en el ajuste por combustible y otras partidas y sin vaselina.

Cuando la gente critica a LUMA, no es por sus empleados de campo, es porque son unos soberanos mentirosos.  Decían que estaban preparados para un huracán categoría 5 y vino una platanera, y no estaban preparados.  Decían que tenían el personal suficiente para atender la cualquier emergencia y no lo tenían.  Aun así, trajeron gente de sus compañías relacionadas allá en Estados Unidos y Canadá, facturándole el doble o el triple de lo que costaría un celador en Puerto Rico, para que como quiera, el resultado no fuera satisfactorio.

Y si se dijera que aquí no había gente, pero no, esos no se podían usar, porque no ayudaban para el tumbe que tenían planificado.  A esos, los mantienen de guardias se seguridad, limpiado patios de edificios públicos o pintando aceras, como si fueran adolescentes empleados por el programa de verano.  Una pérdida de recursos espectacular.

Eso querían, eso tienen.

Así que espero que eso este aclarado.  No es criticar por criticar.  Es que están haciendo todo lo humanamente posible para poder exprimir al consumidor.  Eso sí, en los próximos meses dicen que viene una reducción en la factura.  ¡Yupiiiiiiiii!  ¡Que bueno!  Pero después de siete clavadas seguidas, un “respiro” de $20 mensuales, cuando la factura, que era de $120, te subió a $260, pues entonces, saca la matemática, para que veas que no son tan honestos como dicen.

Para terminar, volviendo a la visita de ayer, JGO sigue cayendo de ridícula en las apariciones públicas presidenciales.  A esa misma que Trump le negó el saludo una vez (porque iba a Marco Rubio) ahora Biden la trató de lejitos.  Obviamente, ella es republicana y él demócrata.  Obviamente, la echo para el lado, y dijo muchas flores de Nydia Velázquez, que viene cada vez que hay huracanes.

Y lo peor de todo fue que, para buscar pauta, se metió cuando estaban tirando la foto del presidente, con los Ferré Rangel, y la dejaron en una esquina, que cuando editen la foto, la pueden editar y sacarla como cuando no quieres que tu ex salga en las fotos familiares.  A Pierluisi le pasó lo mismo.  Ambos eran tan importantes en la actividad de ayer que, como diría ese procer John Rambo, esos dos seres son “expendables”.  A nadie en la gran corporación le interesa si existen o no.  Esa es la gran representación que nos gastamos.

Pero eso ustedes querían, eso es lo que tienen.

Iba a mencionar algo de la escenografia de la tarima de ayer, pero es que necesito ayuda.  No me puedo explicar quien fue el brillante que se fue a Home Depot a comprar cuatro rollos de cable de colores para montarlos en frente de la tarima.  No sé si Biden vio eso, se habrá quedado en la expresión de; “What the hell is that?”.  Y después no queremos que nos traten como gente con tapa rabos.  ¡Carajo!

Un punto aparte a la hermanita de Pierluisi.  Si, esa misma que dijo que no iba a cobrar por trabajar en la oficina de la primera dama, pero tiene a muchos guisando y esos favores, se pagan.  El asunto es que, desde que vino Fiona salió, junto con sus fotógrafos y relacionistas públicos, a repartir ayuda y con su “deseo ferviente” de ayudar a los demás, sin que la mano derecha se enterara de lo que hiciera la izquierda.  Ayer no fue la excepción y se veía lo más mona junto a la primera dama.  Dos seres dignos de emular por su calidad humana.

El problema con la señora Cari es que, si se ponen a investigar y sale algo, son capaces de decir que como ella no cobra del erario, pues no le pueden asignar un FEI ni referirla a justicia.  Porque señores, todavía es la hora que esa señora me ha convencido de que no cobra por estar moviendo las influencias en Fortaleza.  Ella no es una ama de casa.  Y nunca lo será.

Así que, eso querían, eso tienen.

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